El vermut, un refrescante estimulador del apetito
Como excelso aperitivo, es un gran estimulador del apetito e ingrediente básico en gran número de cocktails.
El Vermut, se posiciona como un paso entre el hambre y la sed, un momento para quedar y charlar sobre las experiencias de la semana, antes de ir a comer. Sinónimo de aperitivo o base para mezclar un buen cocktail, se consolida como la estrella del momento en solitario.
La palabra Vermut tiene origen alemán y significa ajenjo. Se trata de un vino aromatizado, con colores que van desde el rojo al blanco roto o desde el amarillo pajizo a un amarillo intenso. Su sabor puede ir del dulce hasta el seco casi picante y amargo.
Sus orígenes hay que buscarlos en la antigua Grecia, al parecer su creador fue Hipócrates, quien puso a macerar vino con ajenjo y díctamo obteniendo el vino que en la Edad Media se llamó hipocrático. A lo largo de los años se fueron añadiendo otros productos como almendras, canela y miel. Los farmacéuticos aromatizaban los vinos triturando hierbas y plantas en el mortero. Ese arte de potenciar los vinos sobrevivió gracias a monjes, doctores y alquimistas.
En 1786, los creadores del concepto moderno de vermut fueron Antonio y Beneditto Carpano en Milán. La base era un vino moscatel, azúcar, alcohol, caramelo y diversas sustancias aromáticas, hierbas, hojas y especias para personalizar el sabor. Más tarde, los hermanos Luigi y Guiseppe Cora (1838) consiguieron darle un carácter industrial y fue entonces cuando empezaron a aparecer otras marcas famosas en Italia como el Gancia (1850), Ballor (1856), Cinzano (1860) y el Martini (1863). En Francia, el Vermut por excelencia es Noilly Prat (1843) y, en España, se produjo por primera vez desde la marca Yzaguirre (1884).
Los Vermuts se elaboran a partir de vinos blancos; los tonos rojizos se consiguen añadiendo caramelo. En el proceso de producción intervienen rebuscadas mezclas de hierbas similares a las que se hayan en los bíters y licores. De esa forma podemos encontrar manzanilla en el Vermut seco, vainilla en el blanco dulce, genciana en el rojo y en todos ruibarbo, raíz de lirio, quinina y un centenar de hierbas más. Su graduación alcohólica se mueve entre 16º y 19º y es un ingrediente básico en gran número de cocktails como el Negroni, Buñueloni, Americano, Campari 2000, Manhattan, Rob Roy o el Dry Martini.
La tradición que envuelve el vermut evoluciona con el tiempo, son conocidas las expresiones que lo engloban, tales como “la hora del vermut”. Ha sido capaz de establecerse como una experiencia que debe tener una unidad de tiempo propia para su disfrute. Un momento para quedar con los amigos, la familia o los más queridos. El momento único de “ir a tomar un vermut”.
Martini, marca de Vermouth premiada internacionalmente, lanzó un nuevo Vermouth di Torino llamado Martini Riserva Speciale, presentado en dos variedades, Rubino y Ambrato. Están elaborado a partir de vinos locales de Turín macerados de manera artesanal y supervisados por maestros herboristas.
Conjuntamente con el apogeo del Vermut, el periodista y escritor François Monti le ha dedicado un libro, El gran libro del vermut, donde relata un completo tratado sobre su historia y diferentes maneras de acompañarlo. Aunque el vermut nunca haya desaparecido, el ritual al cual el turinés Antonio Benedetto Carpano puso nombre, ha vuelto a destacar en los bares de moda, conjuntamente con la pasión de los nuevos vermuteros. Hecho que diversifica la oferta con vermuts de producción artesanal, apostando por nuevas creaciones y sabores a ofrecer.
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